La naturaleza y lo que en ella es dinámico.
Germinaciones, semilleros y caosmos: Las últimas obras de Daniel Orson Ybarra referencia la naturaleza y lo que en ella es dinámico: el proceso de crecimiento, de engendramiento, de inflorescencia, lo que va de una intensidad reprimida (retenida de su potencial, del futuro) a la expresión dilatada, relajada y espacializada en su forma, líquidos, frutos, flores u hojas.
La metáfora toma el lugar de la metamorfosis; las hojas en el árbol que sirvieron de punto de partida para las pinturas, se convierten en germinaciones, un soplo de aire en el sentido más estricto de la palabra, una pila de películas de plástico transparentes; cada estrato está marcado por una intervención, pintura o dibujo, en una parte de su superficie de tal manera que todo ello junto, una vez terminado, deja que las formas se muestren en un hábil juego del escondite, a través del contexto de profundidad contenida.